7 de septiembre de 2010

Fringe, o cómo Dunham consigue hacernos olvidar a Scully y Burke

J.J. Abrams es un tipo listo. 
Al contrario que la mayoría, comenzó su carrera en el cine y ha acabado viviendo casi exclusivamente de la televisión porque, a pesar de grandes éxitos como "Eternamente joven" y "Armageddon" (guionista de ambas y productor de la primera), Hollywood no se lo ha puesto nunca fácil a este chico.
Sin embargo, si nos ceñimos a la pequeña pantalla, nadie debería atreverse a cuestionar el casi impecable (e impresionante) currículum que ha conseguido con tan sólo 44 años. Hablar de Abrams es hacerlo de grandes hits de la caja tonta como "Felicity", "Alias" o "Perdidos", serie que le ha catapultado definitivamente al panteón de los dioses del entretenimiento, le pese a quien le pese.

Siempre suele recibir críticas bastante dispares, y esto también es marca de la casa. A algunos les encanta (sobre todo por el hecho de que Abrams no suele dar toda la historia ya mascada al espectador, sino que va diseminando pistas con cuentagotas para que el televidente pueda sacar sus propias conclusiones), a otros les parece basura (se sienten engañados, decepcionados...), unos pocos (muy pocos, menos mal) incluso ven en su trabajo mensajes ocultos sobre el por qué de la vida y la existencia...Pero desde luego, no deja a nadie indiferente. Y eso es lo verdaderamente importante en el negocio, ¿no creéis?

Así, llegamos a la serie que nos ocupa, "Fringe" (aquí en España titulada "Al límite" y emitida por Canal +), un entretenimiento que desde el primer minuto lleva el sello Abrams grabado a fuego. Porque la serie empieza, nada más y nada menos, que con un accidente de avión. Pero no os asustéis, que cualquier similitud con cualquier otro producto del director/guionista/productor/creador/compositor será pura coincidencia, al menos en lo que a argumento se refiere, porque el tratamiento, como veremos más adelante, sigue las mismas pautas que han llevado al éxito sus otros trabajos.

Como decía, la serie empieza con un accidente de avión. El marrón de la investigación se lo come la agente del FBI Olivia Dunham (interpretada por Anna Torv), que, desesperada y sin nadie más a quién acudir, decide recurrir al científico Walter Bishop (John Noble), antaño un brillante aunque poco ético científico y ahora un demente de la tercera edad que lleva diecisiete años recluído en una institución psiquiátrica. La única forma de salir de allí es que un pariente cercano lo ordene y éste será su hijo Peter (Joshua Jackson), un timador que tiene muy poco de Robin Hood, y cuya relación con su padre es prácticamente nula, sobre todo debido a traumas derivados de las investigaciones de Walter en los 80.
A partir de aquí, este curioso equipo, completado por Astrid Farnsworth (Jasika Nicole), asistente de Olivia, y Charlie Francis (Kirk Acevedo), otro agente del FBI, comenzará a investigar una serie de sucesos difíciles de explicar de forma científica conocidos como el Patrón.

Visto así, podría parecer que nos encontramos con una serie que aprovecha el filón de "CSI", "Mentes Criminales" y demás productos del mismo estilo. Investigación científica, vaya. O, por el contrario, los más frikis podrán creer que se encuentran ante una imitación de ese gran fenómeno que fue "Expediente X". Y todos ellos tendrán razón. Porque ésta es una serie de suspense policíaco que bebe de misteriosos casos sin resolver que nos llaman la atención por su extravagancia e imaginería, pero los aborda desde un punto científico, casi clínico. Y es un acierto, aunque no EL acierto.

Porque lo realmente bueno de este serial, por lo que cualquier fan de Abrams o simplemente de la ciencia-ficción debería animarse a verla, es por sus personajes.
Al igual que en todas las anteriormente mencionadas obras de este director, estamos ante personajes en tres dimensiones, de carne y hueso, y no meros clichés.
El caso más evidente es Walter Bishop, una mezcla de Albert Einstein y Doctor Frankenstein, un hombre excéntrico y extraño que, además, provoca los mejores momentos de humor en la serie, notablemente cada vez que se encuentra cerca de Astrid, cuyo nombre confunde continuamente.

Por supuesto, tenemos a Olivia, eje principal de la trama, un personaje que evoluciona capítulo a capítulo, casi sin darnos cuenta, y que para los fans resultará bastante familiar, ya que el tratamiento que le dan los guionistas se asemeja bastante al que se le dio en su momento a Juliet Burke en "Perdidos". Estamos ante una mujer fuerte, inteligente, atrevida y muy capaz de valerse por sí misma, pero al fin y al cabo un ser humano, con sus fallos y debilidades.
Y así de bien podríamos hablar de todos los demás protagonistas, porque es lo que realmente da de comer a J.J. Abrams: crear personajes que lleguen al corazón del telespectador.

Por último, cabe destacar la gran calidad de la serie en general, tanto en el aspecto técnico como en el artístico. Buen trabajo de dirección, guiones entretenidos, una producción más que aceptable (a veces sobresaliente, algo difícil en la pequeña pantalla)... Y, sobre todo (algo que también es marca de la casa), muchos enigmas por resolver, una trama de fondo que plantea una gran cantidad de interrogantes cuyas respuestas nos van dando poco a poco, para que la tensión y la atención no decaigan.

3 comentarios:

  1. Me tiene loco la serie, y los dos finales de las dos temporadas son enoooooormes.
    Un saludo!

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  2. Agradezco seriamente no haber abandonado la serie en su primera temporada. No me gustan nada las series policíacas, odio profundamente los procedimentales tipo CBS, y reconocerás lo lento que avanzaba todo hasta ese glorioso cliffhanger de final de la primera temporada. Ahí sí, con eso me ganaron, luego llegó la segunda temporada, la cosa mejoraba, pero seguían con su "caso extraño de la semana", así que resultaba una de cal y una de arena. Pero empezaba a verse en el horizonte la magia del sello Abrams. Lo cierto es que no sé si Abrams sigue en el barco o pasa como con Lost, donde quienes capitanean todo son sus guionistas de confianza. Como sea, que ahora Fringe está en su tercera temporada y está de puta madre. Me encanta la mezcla ciencia y ciencia ficción, y como hacen que parezca posible. Como va ganando en su propia mitología que tan grande (le pese a quien le pese) hizo de Lost. Y esto es lo que queremos todos los isleños huérfanos, una gran trama de la que imagino, sólo estamos empezando a ver la punta del iceberg. Espero que se vuelvan muy locos y me hagan disfrutar del viaje. Porque recibir respuestas mola, pero no siempre son imprescindibles si te saben contar una historia. Espero que no nos la cancelen. Tú también buscas a los Observer en cada capítulo?

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  3. Por supuesto que busco a los Observer, jajaja!!!
    La verdad es que, como dices, lo único que le falla a la serie es tanto relleno.
    Esperemos que no nos la cancelen y podamos seguir disfrutando, porque la tercera temporada está siendo realmente buena.
    Si Chuck se pudo salvar, por qué no Fringe?

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