2 de marzo de 2012

Doctor Who, o cómo morir y renovarse

Ya era hora de rescatar del ostracismo este humilde blog, y qué mejor forma de hacerlo que hablando de una de las más populares series de ciencia-ficción de la historia de la televisión, en la que además está inspirado el título de este blog.

David Tennant, el 10º Doctor
"Doctor Who" es la serie fantástica más longeva de la televisión británica, con 784 episodios a sus espaldas, a los que habría que añadir cuatro especiales para la beneficencia, dos miniseries animadas y cuatro spin-off, siendo el más conocido de ellos "Torchwood" (cuyo título es un anagrama del de la serie de la que deriva). Y el motivo de su éxito es que se trata de un programa que, además de contar con un cuidado trabajo de producción y unos excelentes guiones, ha sabido renovarse y adaptarse a las distintas épocas en las que se ha emitido, convirtiendo a su protagonista en todo un icono de la cultura contemporánea en Reino Unido. ¿Pero quién es este "Doctor"?

El 23 de Noviembre de 1963, la BBC emitía "An unearthly child", el primer capítulo de la saga, en el que, tras una inquietante y tétrica cabecera, nos presentaban al "Doctor", un enigmático personaje del que poco o nada sabíamos aparte de que se trataba de un viajero espacio-temporal que visitaba distintos planetas y épocas a bordo de una nave llamada TARDIS (siglas de "Time And Relative Dimension In Space" - "Tiempo Y Dimensión Relativa En El Espacio" en castellano), y poco a poco, a lo largo de las temporadas, fuimos aprendiendo más acerca del origen, la vida y los logros de este personaje.
El Doctor es un habitante del planeta Gallifrey, perteneciente a una de las razas más poderosas y temidas del universo, los Señores del Tiempo, de carácter manipulador y belicista, lo que les ha llevado a granjearse la enemistad de muchas otras culturas a lo largo y ancho de la galaxia. Nuestro protagonista, en completo desacuerdo con los objetivos destructivos e imperialistas de sus congéneres, decide un buen día partir de su planeta natal para vivir aventuras, ajeno a su raza, salvando vidas y deshaciendo entuertos (que muchas veces él mismo ha propiciado), siempre y cuando sus acciones no afecten al continuo espacio-tiempo.
Interior de la TARDIS
El Doctor, al igual que el resto de su especie, posee la extraordinaria habilidad de regenerarse, es decir, modificar y renovar su forma humana y aspecto en momentos cercanos a la muerte, para así eludirla, por lo que su existencia es antinaturalmente longeva. Éste fue un giro de tuerca bastante habilidoso por parte de los responsables de la serie que, al ver el éxito de ésta, buscaron una alternativa para poder continuar un programa que gira en torno a un único personaje aunque su actor principal decidiera abandonarlo. Además, cada cuerpo posterior parece ser más joven que el que deja atrás y su personalidad también cambia en el proceso (algo muy conveniente para que los actores no tengan que mimetizar las actuaciones de sus predecesores), aunque sus recuerdos de encarnaciones pasadas quedan intactos.
Desde ese primer capítulo y hasta el día de hoy se nos han seguido dando pistas y haciendo revelaciones acerca del personaje: sabemos que tiene esposa, hija y nieta (que curiosamente no guardan relación entre sí), que ha sido el culpable de la cuasi extinción de su raza, que su mayor enemigo, otro Señor del Tiempo llamado el Maestro, también fue su mejor amigo de la infancia... Y aunque a veces da la impresión de que ciertos datos se obvian o eliminan en pos de la historia, siempre acaban siendo parte de un plan mayor que respeta la continuidad que se ha construido durante más de cinco décadas. 

Elisabeth Sladen, aka Sarah Jane Smith
Y si hablamos del Doctor, también tendremos que nombrar a sus "Companions", compañeros de viaje, en su mayoría humanos de nuestro planeta, que de forma accidental y casual se cruzan en el camino del protagonista y deciden acompañarle buscando la aventura de sus vidas. En su origen, su rol era el de darle a la audiencia alguien con quien identificarse, personajes que fueran meros espectadores que observaran atónitos las proezas del héroe y las amenazas a las que se enfrenta igual que lo haríamos nosotros ante tamañas situaciones. Pero, como ya he comentado más arriba, la serie ha ido evolucionando, y con ello el papel que desempeñan estos compañeros se ha vuelto cada vez más proactivo, llegando a ser protagonistas absolutos de varios capítulos e incluso en algunos casos series nuevas, como ocurrió con la intrépida Sarah Jane Smith (interpretada por la tristemente fallecida Elisabeth Sladen), que tuvo la oportunidad de compartir con nosotros sus aventuras lejos del Doctor pero cerca de sus enemigos durante más de cuatro años en un spin-off, o con el irreverente y descarado Jack Harkness, también viajero temporal y líder de un escuadrón de la organización gubernamental secreta Torchwood, fundada por la mismísima Reina Victoria de Inglaterra (como pudimos ver en el capítulo "Tooth and claw" de la segunda temporada de la segunda serie de Doctor Who).

Arthur Darvill, Matt Smith y Karen Gillan en los papeles de Rory, el 11º Doctor y Amy Pond
La serie, a pesar de su constante éxito, tuvo un parón desde el 4 de Enero de 1989 que duraría hasta el 26 de Marzo de 2005, cuando el virtuoso Russell T. Davies decidió recuperar una franquicia que nunca debería haberse ido, y actualmente los actores al frente de la serie son Matt Smith como el Doctor y Karen Gillan y Arthur Darvill como sus compañeros, con la recurrente aparición estelar de la veterana en televisión Alex Kingston en el papel de la enigmática River Song, que juntos, y gracias al buen hacer del último showrunner de la serie Steven Moffat, guionista de éxitos como las series "Jekyll" y "Sherlock" o la reciente adaptación a la gran pantalla de Tintín por parte de Steven Spielberg, han conseguido darle por enésima vez (y no nos cansamos) un nuevo aire a una serie de ciencia-ficción para nada convencional, en la que reemplazan las naves espaciales y las pistolas láser por mucho sentido del humor, grotescos y divertidos personajes y, sobre todo, un gran sentido de la aventura.


Los Daleks
Por último, no puedo concluir esta reseña sin hacer mención a los enemigos por antonomasia de la serie: los Daleks.
Odiados y temidos en todo el universo, estos seres, que a simple vista parecen robots de poco funcional y algo ridícula armadura, son en realidad seres mutados creados por Davros, último superviviente del planeta Skaro, y a pesar de su apariencia, basta ver diez minutos de metraje en los que aparezcan para comprobar lo despiadados y crueles que pueden llegar a ser y que el espectador llegue a comprender el auténtico peligro que representan.
Se les supone muertos al igual que a los Señores del Tiempo, consecuencia directa de la llamada Gran Guerra del Tiempo que enfrentaba a ambas especies pero, al igual que ocurre con nuestro protagonista, algunos Daleks escaparon y planean su venganza contra el que consideran su último enemigo, el Doctor.


Y esto es todo por el momento, espero que esta reseña os anime a ver una serie de culto que por muchos está considerada el mejor programa de ciencia-ficción de la historia de la televisión. Servidor no se atrevería a decir tanto, pero desde luego es un producto de calidad, ameno y sobre todo diferente a lo que estamos acostumbrados.

2 comentarios:

  1. que grande es esta serie!!! y lo que queda por decir... pero para eso está el merchandising, no?? :P

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  2. Desde luego queda mucho por decir, no dudes de que volveré a hablar del Doctor en el blog! :P

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